El vehículo híbrido es la alternativa que cada vez está ganando un mayor peso en el mercado. A falta de una apuesta clara y definida por el coche eléctrico a corto plazo, el híbrido parece ser la opción favorita de un gran número de fabricantes. Con las nuevas restricciones en cuanto a contaminación que van tomando lugar en las grandes urbes de Europa, el usuario busca un vehículo con el que tenga la total seguridad de poder circular sin problemas durante un buen periodo de tiempo. Y en este escenario es donde el automóvil híbrido va ganando terreno, tanto en cuestión de oferta como demanda. ¿Pero sabe la gran parte de la población cómo funciona un coche híbrido? En este artículo vamos a tratar de desvelar todo acerca del mismo.

Qué es un vehículo híbrido

A raíz de la aparición de los vehículos híbridos y de su continua masificación, la RAE añade una nueva acepción al término híbrido: Dicho de un motor y, por extensión, de un vehículo: Que puede funcionar tanto con combustible como con electricidad. Esta definición de híbrido nos explica la esencia de este tipo de automóviles, y es el hecho de contar con dos motorizaciones, uno de combustión interna (por lo general de gasolina) y otro eléctrico, ambos destinados a transformar la respectiva energía en movimiento. A grandes rasgos, esta vendría a ser la definición de un coche híbrido.

Cómo funciona el coche híbrido

El coche híbrido puede hacer uso de unos de los motores con los que funciona o bien con los dos a la vez. Si la batería está cargada al máximo, y por las circunstancias de la circulación no se precisa excesiva potencia, el automóvil híbrido puede desplazarse utilizando solamente la energía del motor eléctrico, aunque con la limitación de autonomía que tiene el modo eléctrico. Esta condición se da conduciendo por tramos urbanos a poca velocidad, o bien en trayectos totalmente llanos. En el instante en el que el vehículo demanda más fuerza y potencia, es cuando se activa el motor térmico. Y cuando se lleva a cabo una rápida aceleración, como puede ser durante un adelantamiento, el motor eléctrico la da una ayuda al motor de combustión aportando una porción suplementaria de potencia y par.

Los vehículos híbridos cuentan con una centralita inteligente que optimiza el funcionamiento de los motores, procurando conseguir la máxima eficiencia. Por ello, en primer lugar, funcionará el motor eléctrico durante el mayor periodo de tiempo posible, reduciendo de esta manera el consumo de combustible y las emisiones. Cuando se requiere más potencia y las circunstancias lo requieren, entonces entra en juego el motor de combustión interna.

Funcionamiento del coche híbrido según el tipo

Si bien los coches híbridos comparten la misma esencia de funcionamiento, de compaginar el motor eléctrico con el de combustión, en función del tipo de híbrido del que se trate el modo de funcionar varia. Por lo tanto, podemos encontrarnos ciertas particularidades en el funcionamiento de cada uno de los tipos de vehículos híbridos, que conviene conocer si lo que tenemos pensado es hacernos con uno.

Tipos de coches híbridos según el flujo de energía

Híbrido serie

El coche híbrido serie se impulsa mediante un motor eléctrico, que vendría a ser el propulsor principal, acompañado por un motor de combustión, cuya función es producir energía para ser subministrada al motor principal a través de un generador.

Digamos que el rol del motor secundario, el de combustión, es el de estar al servicio del motor principal, el eléctrico. El motor de combustión no se encuentra conectado mecánicamente con las ruedas, de modo que, de por sí solo, no puede poner el vehículo en movimiento, por lo tanto, la tracción de dicho vehículo siempre será eléctrica.

Ejemplos de coches híbridos en serie: Chevrolet Volt, Opel Ampera, BMW i3 REX

Híbrido paralelo

En los vehículos híbridos paralelos, tanto el motor eléctrico como el motor térmico están capacitados para propulsar el vehículo, tanto por separado como en conjunto. La mayoría de automóviles híbridos que podemos encontrar en el mercado forman parte de esta categoría. Técnicamente es la opción más sencilla, sin embargo, no es la más eficiente, ya que el motor de combustión interna está vinculado con la velocidad del vehículo y por ello no rinde siempre bajo su máxima eficiencia.

Ejemplos de coches híbridos en paralelo: Audi A3 E-Tron, Volkswagen Golf GTE, Hyundai Ioniq

Híbrido combinado paralelo-serie

El vehículo puede circular tanto en modo paralelo, con ambos motores impulsando el vehículo, como en serie, con el motor de combustión destinado a generar energía para el motor eléctrico. Gracias a ello el automóvil se beneficia de las ventajas de ambos sistemas, pudiendo circular en modo puramente eléctrico con la constante recarga del motor térmico, combinando ambos motores, o circulando solamente con el de combustión interna. Si bien se consigue alcanzar un buen grado de eficiencia, a nivel mecánico se trata de una solución bastante compleja.

Ejemplos de coches híbridos combinados: Toyota Yaris Hybrid, Lexus CT 200h, Mitsubishi Outlander PHEV.

Tipos de coches híbridos en función de si se pueden enchufar

Enchufables

Disponen de una batería lo suficientemente grande para que compense recargarla en casa. Se trata de baterías de entre 7 y 14kWh de capacidad, y que pueden recorrer entre 20 y 65 km haciendo uso solamente del motor eléctrico. Cabe destacar que, si el híbrido tiene la capacidad de recorrer más de 50km en modo 100% eléctrico, entonces se le otorga la pegatina 0 emisiones, con todos los privilegios que ello conlleva.

Ejemplos de híbridos enchufables: DS 7 Crossback, Kia Niro PHEV, Porsche Panamera 4 E-Hybrid

No enchufables

Los híbridos no enchufables no cuentan con cuentan con una conexión eléctrica para recargar la batería, y es que dichas baterías tienen una capacidad muy limitada, por lo general inferior a 4 kWh, y de los que solo la mitad se pueden aprovechar para desplazarse en puro modo eléctrico. El coste de recargarlos, de añadirles enchufe, de montar un posible punto de recarga en casa… no merece la pena teniendo en cuenta que la autonomía de estas baterías alcanza a duras penas 5 km funcionando en modo eléctrico. Estas baterías aprovechan sobre todo las frenadas para recargarse, y en caso de los híbridos en serie es el motor térmico el encargado de suministrarle energía. La ventaja con la que cuentan es que el usuario puede despreocuparse por su recarga.

Ejemplos de híbridos no enchufables: Lexus LS500h, Toyota Yaris, Toyota Auris

Tipos de coches híbridos según la capacidad de circular en modo eléctrico

Microhíbrido

El tamaño del motor eléctrico es tan pequeño, que ni siquiera colabora en el desplazamiento del coche, sino que su rol se limita a cargar la batería durante las frenadas y a proporcionar un impulso al sistema Start & Stop al arrancar el motor de combustión momentos antes de emprender la marcha. Por lo tanto, cualquier vehículo que cuente con el sistema Start & Stop puede catalogarse como microhíbrido.

Ejemplos de coches microhibridos: Fiat 500, Jeep Renegade, Peugeot 3008 (Los 3 con la respectiva motorización que incluye Start&Stop)

Híbrido suave o mild hybrid

La función del motor eléctrico es el de prestar servicio al motor de combustión, ya que de por sí no dispone la capacidad de propulsarlo, a excepción de circunstancias concretas como circular por un terreno llano a una velocidad reducida, o al emprender la marcha lentamente.

Ejemplos de coches mild hybrid: Hyundai Tucson, Audi A8, Kia Sportage

Híbrido fuerte o full hybrid

El motor eléctrico es lo suficientemente potente como para desplazar el automóvil a una velocidad considerable (60-130 km/h). En modo eléctrico la autonomía puede llegar a unos 50 km, habiendo modelos que rebasan incluso los 60. Actualmente prácticamente todos los nuevos coches híbridos que salen en el mercado son full hybrid.

Ejemplos de coches full hybrid: Toyota Prius, Kia Optima Hybrid, Lexus NX 300h

Vídeo resumen de lo que es un coche eléctrico y el funcionamiento según el tipo

Ventajas del coche híbrido

Si bien como hemos podido observar cada tipo de vehículo híbrido presenta sus respectivos pros y contras, a grandes rasgos podemos atribuir estas ventajas a los coches híbridos:

Ahorro en combustible

El motor eléctrico enciende el motor desde el parado, en tramos urbanos a una velocidad moderada se puede hacer uso exclusivo del mismo, en las bajadas recupera en cierta medida la inercia del coche por tal de que se recargue la batería… En definitiva, libera al motor térmico de gran parte del trabajo, y consecuentemente el consumo de combustible se reduce significativamente.

Mayor autonomía

A diferencia de un coche puramente eléctrico, el híbrido tiene la ventaja con contar con un motor de gasolina gracias al cual es posible llevar a cabo unos cuantos centenares de kilómetros sin tener que repostar ni cargar la batería. Además, la batería eléctrica se recarga aprovechando tramos cuesta abajo o la fuerza de las frenadas por ejemplo, lo que va sumando la ampliación de la duración de la batería.

Más ecológicos

Se trata de un vehículo más respetuoso con el medio ambiente. Se reducen las emisiones de CO2, incluso siendo estas inexistentes cuando solo está funcionando el motor eléctrico.

Ventajas fiscales

El impuesto de circulación de los vehículos híbridos llega a reducirse hasta un 75%. Asimismo, este tipo de automóviles suelen contar con diferentes planes de ayudas para su adquisición, tanto a nivel estatal como autonómico. Además, con el distintivo ambiental que obtienen estos coches, se aplica un importante descuento en lo referente a las tasas de matriculación.

Vídeo: Coches híbridos con los que obtener la etiqueta Cero Emisiones

Circulación por zonas restringidas en las grandes urbes

Al conseguir la etiqueta ECO i Cero Emisiones, durante los episodios de contaminación estos vehículos tienen libertad por circular por zonas restringidas para la mayor parte de automóviles. Además, en ciudades como Madrid, los vehículos híbridos pueden circular por los carriles Bus-Vao.

Desventajas de los coches híbridos

Si bien el número de ventajas es amplio y valioso, también hay que detenerse en las desventajas que representan los coches híbridos.

Más caros

A pesar de que los fabricantes cada vez buscan ofrecer precios más competitivos, la realidad es que los vehículos híbridos siguen siendo más costosos en comparación con los de combustible tradicional. Para que te hagas una idea, la versión híbrido equivalente a la corriente puede costar entre 2.500 y 5.000 euros más caro. Por lo tanto, para rentabilizar este mayor gasto es necesario hacer un buen número de kilómetros.

Más peso

Al contar con dos motores, los automóviles híbridos tienen un mayor peso que sus homólogos de combustión. Y a mayor peso, más energía precisa el vehículo para el mismo rendimiento, y por ende se produce mayor consumo. De modo que el motor térmico gasta más en un vehículo híbrido que en uno de gasolina.

No es rentable para todos los trayectos

Si prácticamente utilizas el vehículo para realizar trayectos por autovía o autopista, el motor térmico es el que pasa a tener casi todo el protagonismo, y en relación con el apartado anterior, al pesar más el coche híbrido también consume más que uno solamente de combustión. Para aprovechar al máximo las peculiaridades del funcionamiento del híbrido, su uso prioritario debe ser en entornos urbanos.

Sigue contaminando al usar el motor térmico

La contaminación sigue presente cuando es el motor de combustión es el encargado de impulsar el vehículo. Si bien en términos generales este vehículo contamina menos que uno convencional al combinar el modo eléctrico-gasolina, sigue desprendiendo CO2 a diferencia de un automóvil eléctrico.