El aceite es un elemento clave para el correcto funcionamiento del vehículo, y para prolongar la vida útil del mismo. Se emplea para lubricar el motor y todas las piezas que forman parte del mismo, así como para otras tareas de vital importancia como mantener el motor limpio y evitar que se produzca corrosión. Por ese motivo es imprescindible conocer qué aceite lleva nuestro coche, y saber elegir el más adecuado para nuestro vehículo.

Tipos de aceite para el coche

Hay tres tipos de aceite para el coche: aceites minerales, aceites semi-sintéticos y aceites sintéticos. A continuación, te vamos a hablar sobre cada uno de ellos y cuál resulta el más idóneo según el tipo de vehículo que tengas.

Aceites minerales

Los aceites minerales se obtienen de una destilación y refinamiento directos de petróleo. Se pueden situar entre el gasóleo y el alquitrán. Para que te puedas hacer una idea, alrededor de la mitad de un barril de petróleo puede ser aprovechado para fabricar este lubricante. De modo que podemos considerar este tipo de aceites como los naturales.

Estos aceites son más baratos que los sintéticos, de hecho, pueden llegar a costar hasta un tercio menos. Eso sí, su durabilidad también es considerablemente menor, por lo que se tienen que cambiar con el doble de frecuencia respecto a un aceite sintético, lo que supone cambiar de aceite por lo menos una vez al año. Otro de sus inconvenientes es que no resulta recomendable en zonas con altas temperaturas.

Los aceites minerales son ideales para vehículos fabricados antes del año 1995, ya que éstos no cuentan con un motor preparado para aceites sintéticos. Actualmente su uso no es habitual, y queda limitado a motores clásicos.

Aceites sintéticos

Los aceites sintéticos cuentan con una base destilada de los minerales y posteriormente son tratados en el laboratorio para acabar siendo más estables. Su calidad es superior al de los aceites minerales, ya que se le eliminan todos aquellos residuos y componentes que pueden reaccionar adversamente y acabar perjudicando el correcto funcionamiento del motor. De modo que, este tipo de aceite para el coche proporciona un grado de protección mayor de las distintas piezas internas del motor. Además, gracias a los aditivos que contienen el motor funciona de un modo óptimo.

La principal ventaja de los aceites sintéticos respecto a los minerales es la duración, y es que se pueden realizar muchos más kilómetros sin tener que sustituir el aceite, ya que la capa de aceite que se forma entre las piezas tiene una duración mayor. El consumo de aceite por lo tanto se vuelve más eficiente. Asimismo, el aceite sintético es más resistente a la presión y a las temperaturas extremas.

Aceites semi-sintéticos

Están compuestos principalmente de aceite mineral y una pequeña proporción de aceite sintético. Gracias a esta mezcla, se consiguen suprimir en cierta medida las desventajas del aceite mineral, sin llegar a los costes de un aceite sintético. De modo que, este tipo de aceite de motor se coloca en un punto intermedio, sin llegar a la calidad de uno puramente sintético, pero con un precio notablemente inferior.

Viscosidad del aceite del motor

En caso de los aceites para el coche, hacemos referencia a viscosidad cinemática, que tiene por unidad de medida los Centistokes (cSt). Por viscosidad se entiende la resistencia de un fluido a fluir. El nivel de dicha viscosidad es inversamente proporcional a la variación de temperatura, de modo que a medida que aumenta la temperatura del aceite, la viscosidad disminuye, y a la inversa.

La Sociedad de Ingenieros Automotrices (Society of Automotive Engineers; SAE) ha desarrollado un índice para clasificar el aceite del motor según su grado de viscosidad. Según esta clasificación, podemos encontrarnos con hasta 11 tipos de aceite diferentes, desde 0 a 60w, y que se dividen entre aceites de invierno y de verano. Los aceites vienen representados por dos números y una letra de la siguiente manera: 5w30, 5w40, 10w40, etc. La letra w hace referencia a Winter (invierno en inglés), el primer número se corresponde al índice de viscosidad a bajas temperaturas y el segundo número a altas. A medida que aumenta el primer número, la protección y el correcto flujo en bajas temperaturas va disminuyendo. Lo contrario pasa en el segundo número, a medida que disminuye, el aceite se vuelve menos estable frente a altas temperaturas.

Para que te puedas hacer una idea, un motor SAE 0w30 fluye mejor a bajas temperaturas que un motor SAE 10w30, mientras que en altas temperaturas ambos seguirán ofreciendo la misma protección. Un aceite 10w40 en cambio, ofrecería una mayor protección frente a temperaturas más elevadas que los dos ejemplos citados anteriormente.

Un aceite que proporciona un óptimo rendimiento en temperaturas extremas, tanto altas como bajas, es el aceite de viscosidad múltiple o multigrado. Dicho aceite consigue aguantar bien las bajas temperaturas de los inviernos más fríos y mantener un correcto nivel de densidad para facilitar el arranque del motor. A medida que las temperaturas van aumentando, se mantiene el nivel de flujo óptimo, de modo que el aceite sigue lubricando a la perfección.

¿Y qué aceite usa mi coche?

Otro de los indicadores en los que te debes fijar a la hora de cambiar el aceite son las diferentes normativas. Por un lado están las siglas de API (American Petroleum Institute) seguidas por una serie de letras. La primera letra que aparece es la S o la C, siendo la S el indicador de que se trata de un aceite que correspondiente a motores de gasolina, o C correspondiente a los diésel. La siguiente letra se corresponde a la calidad del aceite, empezando por la A y acabando por la N. De modo que una designación API podría ser esta por ejemplo: API SM, cuyo uso iría destinado a vehículos de gasolina. En los motores de gasolina, los aceites clasificados de la SA a SG, se considera que no ofrecen la protección necesaria para los motores modernos. Lo mismo pasa en los motores diésel, con la designación de CA a CG, se consideran aceites obsoletos para la actualidad.

La ACEA (Asociación de constructores Europeos de Automóviles), utiliza otra normativa para clasificar la calidad del aceite. La designación empleada en este caso es ACEA seguida por una letra y un número. Las letras pueden ser 4: A motores de gasolina, B turismos diésel ligeros, E utilitarios y camiones, C motores gasolina y diésel ligeros con tratamiento de gases escape. El número final mide la calidad: 1,2,3… siendo un ejemplo de indicador ACEA A3.

Y en resumidas cuentas… ¿cómo saber cuál es el mejor aceite para mi coche?

Hasta el momento hemos visto las distintas clasificaciones del aceite que existen y la manera de medir la calidad del mismo. En el manual del usuario de tu vehículo podrás averiguar qué aceite es el idóneo para tu modelo. Eso sí, el fabricante no te va a proporcionar una marca específica, de modo que a partir de las indicaciones que te proporcione, deberás elegir tú. Eso sí, toma nota del lugar y la temperatura donde vivas para elegir el aceite más adecuado para dicha zona. Para las temperaturas más frías, fíjate en que el primer número sea el más bajo posible. Para las temperaturas más altas, presta atención al segundo número, que debería ser elevado.

Si bien las marcas blancas son un recurso de lo más económico, recuerda que estamos hablando de tu vehículo, y a veces conviene más rascarse un poco el bolsillo para evitar posibles males en el futuro. No es que todas las marcas blancas no sean de fiar, pero no es recomendable jugártela con este tipo de productos, por lo que aconsejamos optar por marcas que cuentan con prestigio y confianza dentro del sector como Repsol, Total, Castrol, Mobil1, etc.

Siempre tienes la posibilidad de acudir a un taller de confianza donde partir de las recomendaciones proporcionadas por el fabricante y la experiencia y el conocimiento del taller, te sabrán aconsejar sobre la compra del mejor aceite para tu automóvil.

¿Te ha gustado este post? ¿Y tú qué aceite utilizas para tu automóvil? En nuestro blog encontrarás multitud de interesantes artículos relacionadas con el mundo del motor. Sabías que hay personas que tienen verdadero miedo a conducir. Y no nos referimos a los noveles, sino gente que padece verdadero pánico al ponerse al volante. Y sabrías contestar la siguiente pregunta: ¿es obligatorio llevar una rueda de repuesto? En TopConcesionarios damos respuesta a todas estas cuestiones y muchas otras más. ✌️