Probablemente la mayoría de conductores no le den importancia a cuándo puede resultar más barato echar gasolina. Se trata de una acción rudimentaria, o bien vamos a echar cuando escasea, o bien cuando nos preparamos para un largo trayecto. ¿Pero y si planificar previamente el repostaje nos pudiese servir ahorrar unos euros? ¿Hay días en que previsiblemente puede resultar más barata la gasolina? Vayamos a verlo a continuación.

¿Qué influye en el precio de la gasolina?

El precio de la gasolina está vinculado con la cotización del barril de petróleo, aunque no necesariamente la subida o la baja de éste último influye para que la gasolina sube o baje de forma proporcional. Son muchas las razones que responden al cambio del precio de la gasolina, y de por medio nos encontramos con cuestiones geoestratégicas o políticas. Por ello nos podemos encontrar con temporadas en las que el precio de la gasolina está notoriamente por debajo de lo habitual, mientras que hay momentos en los que se dispara dolorosamente. Pero por lo general estas variaciones no suelen ser tan drásticas en el día a día.

Los factores que os acabamos de mencionar no son posibles de predecir, al menos para la mayoría de las personas que no tenemos relación con las élites gubernamentales del país. De modo que lo que nos interesa es prever cuándo resulta ser más barata la gasolina, sin tener en cuenta factores externos que escapan a nuestro control.

¿Cuándo es más barata la gasolina a lo largo del año?

Las firmas encargadas de la distribución de la gasolina tienen en cuenta los días en los que pueden producirse un mayor número de desplazamientos, y aprovechan esos momentos para adaptar sus precios de acuerdo a la demanda. De modo que aquellos días en lo que hay previsión de una mayor demanda, los precios que se fijan van al alza. Vísperas de festivos y los propios festivos es cuando suelen coincidir un mayor número de desplazamientos ya se a nivel nacional o autonómico. La necesidad de repostar gasolina para este tipo de viajes es evidente, y los distribuidores saben bien cómo aprovecharse de este tipo de ocasiones.

Por ello, lo aconsejable es reposar gasolina antes de lo que se conoce como operación salida. No hay que dejarlo para el último momento, ya que además de encontrarnos con un precio más elevado, es posible que nos topemos con cierta cola en la gasolinera. Anticiparse a los patrones de movilidad a nivel colectivo siempre supone un ahorro de tiempo y dinero, ya sea en el repostaje de gasolina como en cualquier otra actividad preparatoria al desplazamiento.

¿Cuál es el mejor día para echar gasolina?

Ya hemos visto que echar gasolina antes de la operación salida es una decisión de lo más acertada. Pero ahora vayamos a ver cuándo resulta más barato repostar entre semana, independientemente del tipo de gasolina que sea, ya que al fin y al cabo los viajes son cosas puntuales en comparación con los días de cada día. La premisa que se aplica a la semana es la misma que con la operación salida, el mejor día para echar gasolina es el que se encuentra más alejado del fin de semana, por lo tanto, el lunes. Por lo contrario, el día de la semana cuando el precio llega a su punto más álgido es el sábado.

De modo que el consejo que os damos para empezar bien la semana y con energía, es echar el carburante el lunes. Si podemos incluso repostar lo suficiente para el posible viaje del sábado, entonces mejor que mejor. Aunque sería interesante también descubrir por qué los lunes resultan más económicos, ya que aquí no solamente intervienen factores vinculados con la demanda

¿Por qué los lunes la gasolina es más barata?

Hay dos factores que influyen en este sentido, que, si bien son conjeturas y no son anunciados de manera oficial, sí responden a los intereses tanto del Gobierno como de las distribuidoras de carburante. Por un lado, está el IPC. El IPC se corresponde al índice de valor general de una gran parte de productos de consumo, entre los que está incluida la gasolina. Este indicador refleja la inflación del país entre otros datos, y el día en el que se realiza el cálculo del IPC con los precios de determinados productos es el lunes. Si un lunes el precio de la gasolina sube, correspondientemente también lo hace el IPC, y a su vez también sube la inflación. Si el precio baja se produce el efecto contrario con la consiguiente bajada de la inflación dado que el IPC es más bajo.

Se entiende que a un gobierno no le interesa mostrar una subida de inflación, sino por lo contrario, que el IPC sea bajo. Esto podría responder a la existencia de un pacto secreto entre las distribuidoras y el Estado para mantener un precio bajo durante los lunes, o simplemente a que el Gobierno hace la vista gorda porque el “efecto lunes” resulta ser de su interés. Y es que ciertamente la competencia a la hora de fijar los precios resulta prácticamente nula entre los tres grandes operadores (Repsol, Cepsa y Campsa), por ello el hipotético pacto de la no competencia es más que evidente a ojos de muchos.

Otra cuestión que responde a esta bajada de los lunes es que se trata del día en el que los precios de las gasolineras se dan a conocer a Europa. Entonces se realiza un seguimiento y una comparativa a nivel continental. Lo que se consigue de esta manera es mostrar un precio más bajo del que se corresponde a la realidad. Como en el caso anterior, solo es posible llevar a cabo este mecanismo de la distorsión de la realidad gracias a una competencia prácticamente inexistente entre los tres grandes del sector, algo que le preocupa a la OCU y de lo que se ha quejado al Gobierno en diversas ocasiones, pidiendo la introducción de medidas para aumentar esa competividad entre los distribuidores de carburante.